El término «indie«, una abreviatura de independiente, tuvo sus raíces en la industria musical y cinematográfica, y era comúnmente utilizado para describir a creadores que trabajaban fuera de los canales comerciales y convencionales. En el ámbito de los videojuegos, éste término ha variado considerablemente.

En un principio un desarrollo indie era aquel en el que había trabajado una persona o un grupo muy reducido de desarrolladores con un presupuesto propio, y que presentaba una idea creativa y sin restricciones, proporcionando una experiencia de juego distinta en comparación a los títulos convencionales.

Término Indie en la actualidad

 

Sin embargo, hoy en día podemos ver títulos llamados indie; aún cuando son apoyados por  grandes empresas. Esto ha dado lugar a un debate sobre si los recursos y el presupuesto deben ser factores determinantes para la clasificación de un juego como indie. Y es que a nuestro pensar, estos casos sugieren una deformación del término que puede tener consecuencias más allá de la mera semántica. 

Reblandecer el término podría afectar la expectativa de los jugadores acerca de los juegos indie. Ya que antes, los jugadores buscaban en éstos innovación y originalidad, no importaba si no contaban con un gran presupuesto, lo importante era la historia, un diseño artístico fuera de lo común y experiencias de juego que no estaban disponibles en las producciones de grandes estudios. 

Pero la influencia de las grandes corporaciones puede dar lugar a confusiones e incluso decepciones entre los jugadores, ya que los juegos promovidos como indie pueden terminar ofreciendo una experiencia influenciada por el mainstream. A largo plazo, esto puede erosionar la confianza de los jugadores en la etiqueta indie y, consecuentemente, ensombrecer la visibilidad y el impacto de los verdaderos juegos indie.

Eso no significa que la deformación del término sea totalmente negativa. Ya que es precisamente, esta deformación, la que ha permitido a muchos estudios indies tener más recursos a su disposición, y da como resultado historias originales con una mayor calidad y diversidad. Sin embargo, al tener juegos “indies” que pueden ofrecer experiencias de juego equivalentes a las de los títulos AA o incluso de juegos o IPs sucesoras de títulos AAA, nos parece necesario tener una nueva clasificación para ellos.

Quizá: juegos A o triple I, cuyos estudios de desarrollo tengan una plantilla mayor de 10 personas, y que hayan conseguido un financiamiento considerable, o simplemente que sean distribuidos y publicados por empresas reconocidas en la industria. De este modo, los jugadores sabrían que esperar en cada caso.  

En conclusión, si bien la intrusión de las grandes empresas en el mundo de los juegos indie puede parecer prometedora en términos de diversidad y calidad, es importante que estas corporaciones se mantengan conscientes y respetuosas de los valores fundamentales que definen a los juegos indie, a fin de preservar su integridad y el significado en la mente de los jugadores.  En última instancia, el término «indie» no es simplemente un término de marketing, es un manifiesto para aquellos que valoran la creatividad sobre la comercialización.

¡Gracias por leernos, hasta la próxima entrega!